viernes, 24 de octubre de 2008
Puedo partirme y negociar la otra mitad
"Puedo escurrir, puedo pasar, puedo fingir que me da igual"
El funcionamiento de las relaciones interespaciales no es tan complejo como algunas personas lo conciben. Por ejemplo, se entra en un blog, se lee lo escrito azarosamente, al mismo tiempo y sin provocar estrés neuronal, se elabora una opinión al respecto para a continuación (y aquí es donde se saltan el protocolo) escribir un comentario que no tiene por qué ser ingenioso ni tan siquiera políticamente correcto. Simplemente una firma abstracta para dejar constancia de que lo escrito no desagrada del todo al receptor.
"Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera"
O, ¿qué se creen, señores internautas? ¿Que Mario sabía lo que le esperaba al otro lado del puente? Pues no! Pero, aún así, puso toda su carne italoamericana en el asador y nunca obtuvo costillas con chumichurri.
"Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera"
CaÓtIcA & LiNdA contraatacan
sábado, 18 de octubre de 2008
Este SÍ es nuestro primer post (que es más cool)
La vida no es más que un sucederse de disyuntivas cruciales. Zipi o Zape. Los sesenta o los setenta. Scrubs o Friends, aunque en este caso la elección es obvia. En la noche pasada se nos planteó una más: subirnos a esa furgoneta folk de incorruptible blanco o volver sanas y salvas para estrenar este blog.
Este espacio no nace con más expectativa de futuro que la de reforzar la unión de dos peligros latentes; uno, de tierra, muy sólido; otro, que debe tener cuidado y agarrarse de vez en cuando. Y, ante todo, no demasiado impresionables.
Andar a saltos entre el tráfico. Leer a medias el periódico. Colarnos juntos en el autobús. Cantar hasta quedar afónicos. Hacer del lunes otro sábado. Cruzar en rojo los semáforos…
Viviendo juntos.
Sin embargo, algo se interpone en nuestro tórrido amor y de ahí la razón de ser de este compungido blog. Porque este piso es alquilado que, si no, tiraríamos con la fuerza de nuestros corazones este gélido y desalmado tabique que nos separa.